WING.- Extremo en la delantera de un equipo de futbol
Hay unas posiciones en el fútbol en las que sus protagonistas son raros, son los extremos.
Los extremos son especiales en el campo, y nacen, sin ningún tipo de dudas.
Los grandes extremos siempre son recordados por sus regates en la línea, metiéndose por lugares que no hay, con el balón pegado a los pies como si tuvieran pegamento en las botas. Siempre lo más abiertos posible, siempre hacia adelante, sólo le importa pasar al lateral y ponerla en la cabeza del primer jugador de tu equipo que pasa por allí.Los extremos son los únicos capaces de levantar al estadio ellos solos, con una jugada.
Psicológicamente los extremos son raros. Solitarios, con extrañas costumbres, serios, poco habladores. Quizás el hecho de estar aislado en la banda te hace pensar más de la cuenta, y todos sabemos que si piensas demasiado te metes en líos raros que tu mente no es capaz de asimilar. Quizás por eso los extremos andan solitarios en los entrenamientos. Entrenamientos que se los pasan por donde Dios les dio a entender, ya que no suelen trabajar en exceso porque tampoco lo necesitan, para correr cinco veces en todo el partido no es necesario entrenar como el centrocampista. En el fútbol de hoy no existen los extremos, borrados por gente como Bilardo que se jactaba de haber acabados con los wings. Por su manía de jugar sin bandas.
Cuando los equipos se sabían de memoria, los técnicos ponían tres delanteros y los números de camiseta eran 7 - 9 y 11. Los wings hacían su trabajo. Jugaban pegados a la raya. No se ocupaban de marcar al lateral. Esperaban la pelota y cuando la recibían, picaban, desbordaban y mandaban el centro. Tenían que ser hábiles y veloces. Y, por lo general, eran más asistidores que goleadores.
Extremos de los que inspiraban a un escritor como al argentino Roberto Fontanarrosa:
"Y aquí estoy. Como siempre. Abriendo la cancha. Y eso no me lo enseñó nadie. Son cosas que uno ya sabe solo. Y meter centros o ponerle al arco como venga. Para eso son los wings", escribió el rosarino en el cuento "Memorias de un wing derecho",
Surgieron nuevas tácticas. Los extremos desaparecieron. Tiempos de volantes "ventiladores". Los equipos atacaban con dos delanteros y los extremos comenzaron a escasear. Ahora los de más edad añoramos los números 7 y 11 “en versión original”. Ya no los hay, ya no existe la alegría de las bandas.
Recordemos a los mejores: Gento, Rojo, Djazic, Gigi Riva, Futre, Rivelino, Garrincha, George Best, Gadocha, Littbarsky, Bertoni, y un largo etcétera es son esencia pura de un fútbol que ya no existe Una lista interminable de talentos, que dieron al fútbol días de gloria.
Hoy en día, los añoramos.
Si tienes paciencia mira en este enlace al último wing derecho, Daniel Bertoni.
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