Miguel Ángel Fernández. Presidente de la Junta Gestora
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El pasado viernes 15 de julio el presidente del Club, Sergio Mariscal, dimitió “por una grave enfermedad”. Los equipos no estaban inscritos en la Federación por lo que automáticamente desaparecían; mediante compromisos personales, que incluían, fundamentalmente, el del pago de la deuda contraída, -el módico importe de 8.000 euros-, se consiguió una moratoria en tanto se aclaraba la situación social.
Se convocó una Asamblea General Extraordinaria para el día 27, en el ánimo de que el presidente dimisionario presentara cuentas a los socios. No acudió; no obstante algunas personas de su directiva dieron un paso al frente para mantener el Club, junto con otros socios que participaron en el acto.
Al día siguiente se reunió el Sr. Mariscal, acompañado con una señorita que manifestó ser su abogada, con la junta directiva saliente; insistió en que su nombre desapareciera rápidamente de las listas oficiales y prometió hacerse cargo de todas las cuantiosas deudas contraídas, excepto la federativa y la de una empresa de ropa deportiva.
Desde ese día se sucedieron las reuniones entre socios que no querían ver desaparecer una historia de casi veinticinco años y por fin, el día 3 de agosto, empezó a funcionar una Junta Gestora con el doble objetivo de reorganizar el club y convocar elecciones a la mayor brevedad.
La tarea era ardua: no solamente no había una peseta en caja, sino importantes números rojos y el descrédito entre proveedores y entidades financieras; por otra parte en el equipo de categoría regional, que había hecho una brillante temporada, hubo desbandada general, encabezada por el entrenador.
Así las cosas la Junta Gestora puso en marcha una economía de guerra que consistió fundamentalmente en recortar drásticamente el presupuesto, moverse a ritmo desesperado para recaudar fondos, conformar un cuerpo técnico solvente y barato y buscar futbolistas.
El trabajo, si tiene objetivos claros, está bien dirigido y es constante, suele tener éxito; de esta manera a finales de agosto, en tan sólo tres semanas, se había producido el Milagro de Lada, se celebraba el partido tradicional de homenaje a “Chupa”, que de aquí en adelante servirá de presentación del conjunto de regional.
En un mes se hicieron tantos socios como en toda la temporada anterior y se inscribieron los seis equipos. En dos meses se ha captado la cuarta parte del presupuesto anual, toda la organización está en marcha y ya pensamos en el próximo año, en el que se cumple el XXV Aniversario del Club. Como se dijo en la campaña de captación de socios "Lada no se cierra (Si tú quieres)
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